¿Quiénes somos?

Somos una organización de la Sociedad Civil y obra de la Compañía de Jesús. Estamos empeñados en el servicio a todos aquellos -hombres y mujeres – que son obligados a dejar su patria, amigos y familias en búsqueda de una mejor vida.

Ponemos nuestras obras —jesuitas— regionales y mundiales para responder al fenómeno migratorio de manera integral y global. Para ser un contrapeso a un problema que refleja una realidad estructural que empobrece y excluye.

Colaboramos con muchas otras organizaciones con quienes coincidimos en el servicio a los migrantes y la defensa y promoción de sus derechos humanos.

Nuestro equipo distribuido en tres estados del país: Tecozaulta, Hidalgo; Frontera Comalapa, Chiapas y Ciudad de México. Esta ubicación responde al deseo de servir a los migrantes en tránsito a través de nuestro país, a aquellos paisanos que deciden emprender el camino de la migración al vecino país del norte y, también a quienes han decidido asentarse en la zona sur de México.

Misión:

Desde el servicio de la fe y la promoción de la justicia, el Servicio Jesuita a Migrantes construye un mundo incluyente, hospitalario y fraterno en donde se promueven, defienden y ejercen los Derechos Humanos de las personas migrantes, sus familias y comunidades y gozan de una mejora en su calidad de vida.

En colaboración con agentes del Pastoral y otros actores, acompañamos un trabajo integral y global en los flujos migratorios en Centroamérica, México y Estados Unidos.

Visión:

Queremos que el SJM México, sea un referente dentro de las instituciones de defensa de derechos de los migrantes. Fortalecimiento de la capacidad de atención, lograr que los migrantes tengan condiciones mínimas de seguridad y humanas para cruzar el territorio mexicano.

Que nuestro compromiso por crear una sociedad sin prejuicios y sensible a la realidad de muchos, inunde a todas las personas e instituciones que tengan acercamiento con nosotros.

Horizonte utópico:

Varios han sido, los pensamientos que nos remiten a utopías; Levinas ahora mismo, en nuestra actualidad queda de lado al considerar que hay que centrarse en el otro y decir algo sobre él para romper el predominio de lo mismo y el olvido del otro. El mismo Cristo, con una idea tan elemental del amor a los demás, quedan desfasados de una realidad que a través de la superficialidad, corrompe y aliena al individuo, sumergiéndolo en sus intereses de bienestar material.

El Servicio Jesuita a Migrantes, se alinea a un pensamiento utópico, donde la lectura de la realidad, de el canon a seguir. Desde ahí, lograr, primeramente, una lucha por los derechos de los migrantes, una defensa de su seguridad y una complementación a sus elementos mínimos humanos, como la alimentación, transporte o a una estancia sin xenofobia.

Vivir en una sociedad sensible a los problemas de los demás, es una labor prioritaria del SJM. Que todos y cada uno de los habitantes se vean reflejados en una necesidad común, vivir bien.

Nuestra idea, no se ancla a ideas inoperantes. Habermas menciona que debe haber una relación entre la teoría y la praxis. Investigar contexto histórico y el acontecer diario, para aplicar programas que beneficien nuestra labor, sin quedar en el autismo.